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El WTCC paso por argentina sin demasiado para mostrar en sus competencias, pero ratificando la paridad en la disputa de un torneo que claramente esta reservado en su definición a los dos marcas oficiales, tanto Honda como Volvo, que con la partida de Citroen, han dominado lógicamente la escena del certamen. En cuanto a los argentinos, mientras Esteban Guerrieri volvio a destacarse con un auto notoriamente inferior y logrando un podio, Nestor Girolami continua penando con la confiabilidad de su Volvo, mas alla que empuja con su talento, no logra conseguir redondear buenos parciales.
Pero lo que es evidente y a todas luces se comprueba, que el
reglamento TC1 se encuentra claramente agotado y el mundial para sobrevivir deberá
tomar un nuevo rumbo técnico que incluso toma como una opción, muy en
potencial, de parar en 2018, a los fines de desarrollar los lineamientos técnicos
del reglamento Class One, llevando a la categoría a los superturismos que
actualmente compiten en categorías como DTM o el Super GT Japones.
Estas dos divisionales mencionadas, desarrollaron una
convergencia reglamentaria que posteriormente sumo a IMSA y le dio amplio
redito. El DTM ya venia en mas de una década desarrollando su transformación tecnológica,
mientras que el certamen nipon la adopto hace unas temporadas, y recibió buenas
criticas y apoyo de las marcas que desarrollaron los autos y motores para el
mismo.
Audi, Mercedes, BMW, Honda, Toyota (Lexus), Madza o incluso
sus versiones americanas en IMSA, muestran un horizonte interesante para que
las automotrices y otras marcas si lo desean, se puedan sumar. Volvo podría en
principio quedar relegada ante no tener un desarrollo actualizado, pero si
cuenta con el S60 desarrollado para el certamen sueco de turismos, que desde hace
dos años adopto el reglamento TCR, dejando de laldo a los superturismos.
Tambien es cierto que Volvo a futuro piensa incursionar en forma total en la
industria automotriz hibrida, desde 2019, lo cual abre interrogantes sobre su división
deportiva que deberán ser contestados por esta y también por la suerte de sus
pilotos, incluidos el argentino Nestor Girolami.
Por otra parte, el concepto de la TCR Internacional Series
se expande cada vez mas. Con mas de 17 certamenes, entre nacionales y certámenes
continentales y Endurance que adoptaron su formato, e incluso la incorporación futura
de Reino Unido, donde enfrentara un desafio no menor frente al BTCC, categoría superafincada
en el plano de las islas británicas, la variedad de modelos y marcas que se van
sumando, sin dejar de mencionar el formato de costos, la hacen cada vez mas
atractiva. Esto explica en gran medida la caída en desgracia del WTCC, que
incluso perdió a LADA para darle prioridad a su propio proyecto en el certamen
ruso.
Seria la TCR una opción de transición o llegado al caso definitiva? Da la impresión que hoy ese plan no esta en los radares de Eurosport Events, la FIA o incluso Ribero, quien se mostro optimista con el futuro de un torneo que incluso si pierde a Guerrieri, que no tiene asegurada su presencia en China, corre el riesgo de quedar desierta la competencia por falta de autos, aunque siempre no faltara algún asiático suelto que garantice el minimo de 16 autos hasta fin de año.
A principio de año se pensó en una variante de WTCC 2, con
el objetivo de atraer vehículos de certámenes nacionales, e incluso TCR, que se
ajustaran al reglamento TCN2, para turismos nacionales. Aunque sonara increíble,
los Clase 3 del Turismo Nacional, si estuviera el reglamento vigente, habrían compartido la grilla con los autos del mundial. Sin embargo la idea se
descarto, tras asegurar 18 coches para iniciar el año.
Ademas quien ha sido el artífice del fenómeno TCR ha sido Marcelo Lotti, quien supo trabajar en un pasado dentro de Eurosport Events y junto al WTCC, pero el italiano se ha vuelto un dolor de cabeza adicional ante el exito de su formato, la fuga de equipos del mundial a este certamen y para colmo la inserción de la categoría dentro del ETCC, el certamen europeo de turismos, que es el equivalente del WTCC y donde ni por asomo hay un TC1, y difícilmente lo habrá.
Ademas quien ha sido el artífice del fenómeno TCR ha sido Marcelo Lotti, quien supo trabajar en un pasado dentro de Eurosport Events y junto al WTCC, pero el italiano se ha vuelto un dolor de cabeza adicional ante el exito de su formato, la fuga de equipos del mundial a este certamen y para colmo la inserción de la categoría dentro del ETCC, el certamen europeo de turismos, que es el equivalente del WTCC y donde ni por asomo hay un TC1, y difícilmente lo habrá.
El horizonte del mundial que ha dejado la Argentina (y no se
sabe a ciencia cierta si volverá en 2018), presenta un dilema no menor en el
futuro inmediato. Si se produjeran estos cambios, los mismos podrían entrar en
rigor en 2019, lo cual si sucediese dejaría al torneo frente un año sabatico o
de transición, sin dejar de mencionar que será necesario el involucramiento de
las fabricas para dicha aventura. El Class One seduce, mientras que la TCR
garantiza número pero no compromiso de los fabricantes mas alla que el de las
licencias, como casos de Chevrolet o Citroen en la actualidad. Se sabe que en
Septiembre o Octubre, con las reuniones del consejo mundial del motor suelen
llegar estas confirmaciones. Esperaremos hasta entonces.
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