domingo, 28 de enero de 2018

¿El TC actual ya no quiere idolos?



Esta semana se conoció que la ACTC haria lugar al pedido de Josito De Benedictis para correr en el TC, o sea le dará la invitación que lo habilita a competir en la categoría.

Para esto fue necesario un colectivo de publico en redes sociales, fanáticos, la prensa especializada y algunos comentarios de pilotos, o mejor dicho de un piloto, Matias Rossi, para que la entidad de la Calle Bogota diera marcha atrás con la obligación inicial de correr en el TC Pista para competir en el TC.

Pero esta idea de exclusividad es la que compromete una idea madre del Turismo Carretera y del automovilismo en general. La idea de la construcción de un ídolo. Quizás las pruebas recientes puedan poner al hijo de Jonny De Benedictis en el camino de una futura idolatría, pero faltaran unificar los pilares del triunfo y los títulos, que también construyen los puntales de los ídolos.

En el TC actual es difícil encontrar ídolos, porque la categoría ha buscado igualar y mediocremente a tan extremo que los que rompen el molde tienen poco margen para ello. En el pasado, aquellos que alcanzaron ese estadio lo lograron a costa de construir un idilio con el publico, el que luego ratificaban en la pista, además de la identificación con la marca.

Llegar al TC es sin dudas el logro mas importante, y también es cierto que los tiempos cambian y hoy es necesario y lógico hacer una escalera para llegar a la categoría principal del automovilismo nacional. Pero sin embargo algunas decisiones de la CD no tienen lógica. La idea inicial con De Benedicitis, tras haber competido y ganado carreras en la categoría, sin dudas fue un punto de inflexión. Según la lógica que busca imprimir la entidad teceista, el piloto que pasa un largo tiempo sin correr en TC, debera pasar al menos un tiempo en el TC Pista.

Tampoco cuenta lo logrado a nivel nacional. Tanto Santero, como Della Motta fueron obligados a iniciar su camino en el TC Mouras, mismo destino para Facundo Chapur, quien finalmente sigue sin poder llegar al TC o Emanuel Caceres, aun cuando este fue campeón de TC 2000 y corrió en el Super TC 2000. El TC Mouras y TCP Mouras deberían ser mas que semilleros para aquellos jóvenes prospectos que quieren llegar al TC desde esta escalera y no una imposición para los que lograron su éxito fuera de las huestes de la ACTC.

El concepto de exclusividad no implica éxito y mas en nuestro alicaido automovilismo. Si eso sumamos el actual cuadro de situación, no se comprenden determinadas actitudes, y el caso De Benedictis debe marcar claramente un antes y después.

Esto tambien se traduce en otros planos. Las TC Pick Up pueden ser muy atractivas en lo estetico, pero una categoria mas en nuestro automovilismo saturado, y en el mismo fin de semana que corre el Super TC 2000, con tal de tener una vidriera para mostrar a los ACTC Boys, no es mas que una aventura marketinera que no tiene futuro, y mas con un certamen limitado a competir en el autodromo Mouras.

Los Galvez, Cupeiro, Mouras, Traverso, Castellano y tantos otros no se forjaron en la restriccion y debieron hacer un largo camino dentro del TC para llegar a lo mas alto. A su vez hoy casos como Canapino prueban que se puede acortar plazos, pero no siempre es asi. Debe construirse la idea de que el piloto es una figura central, acompañada por otros elementos como los equipos, mecanicos y claro esta la difusión de la prensa gráfica, virtual y sobre todo la radio y la TV, indispensables y claro esta apoyadas ahora por el progreso de la internet y redes sociales.

La ACTC debe modernizarse y debe trabajar en ello. Llegar al TC no debe ser ni una puerta giratoria pero tampoco un club VIP. A su vez es bueno señalar que muchos que corren en el TC quizás no reunan las condiciones adecuadas y otros que reunen esos requisitos, son obligados para ir en un camino que no tendrían que pasar, al ya estar forjados en el mismo.

Que casos como Patricio Di Palma lleven a una suerte de examen de sus condiciones rayana el ridiculo. Si la idea es saber sus condiciones, puede haber evaluaciones medicas o psiquicas  si fueran necesarias, pero pensar que no este preparado para un TC que no difiere mucho del que dejo, salvo por los motores multivalvulas y las carrocerias made in ACTC.

El pato y otros nombres mas podrían ser disparadores para este TC. Además de trabajar por buscar premiar la excelencia y no estar buscando 30 autos en un segundo para luego ver carreras donde se vea con suerte un par de sobrepasos. Eso no hace falta aclarar lo que genera. Dificilmente el nuevo publico que busque llegar al automovilismo se sienta atraído y mas si ahora vamos a tener que competir con el futbol a las 11 am.

Romper el molde construye ídolos, los distintos hacen ídolos y quienes toman conciencia de ello no necesitan la amenaza de un multa para ir a una sesión de autógrafos.

Regenerar el sentimiento de pertenencia y que los pilotos también tomen autoconciencia de si mismos también ayuda. El compromiso no debe ser una reunión cada Martes sino una participación activa de ellos y que sean tenidos en cuenta. Sin embargo si la ACTC no esta interesada, deben ser los pilotos quienes empiecen ese cambio, mas alla de un tuit bien intencionado. Deben pasar a la acción.

sábado, 6 de enero de 2018

¿Quienes fueron los pilotos del año 2017 y porque?


A esta altura y con ya casi una semana transitada de este nuevo año, mucho se ha dicho y analizado de los protagonistas deportivos del año calendario que paso, por eso el siguiente articulo refleja en realidad una visión de dos protagonistas largamente elegidos por los medios especializados como los mejores pilotos de 2017.

AGUSTIN CANAPINO Hizo todo lo que debía hacer para quedarse con el titulo del Turismo Carretera, lograr su séptima corona en Top Race y llegar al subcampeonato y con chances de revalidar el titulo en el Super TC 2000, en lo que fue por lejos el año de mayor crecimiento y maduración de su campaña deportiva. Tras mas de una década en pista y a fuerza del talento natural que le dio su formación en los simuladores, donde el piloto de Arrecifes fue pionero a nivel nacional, ha formado un enorme profesionalismo que lo coloca en la cima del olimpo del automovilismo argentino.

Además ha sido clave los proyectos que lo tuvieron como protagonista. Un equipo familiar,con su padre Alberto a la cabeza, y un Chevrolet que fue un reloj suizo, arruino la casi fiesta de Torino y Ardusso, el otro protagonista del año de quien nos ocuparemos pertinentemente, y por una escasa diferencia ser el nuevo monarca del TC. Este titulo, el segundo en la categoría y ganado en forma heroica, igual que lo hiciera en 2010 contra Mariano Werner, y con ambos buscando la victoria que los habilitaba al titulo, le hizo sacar chapa de profesional, y va camino a construir una idolatría que dependerán mucho de el y también de los espacios que hoy son escasos en la difusión del automovilismo argentino.

Del titulo del Top Race no hay mucho mas que agregar. Su matrimonio con Sergio Polze y el Sportteam le ha dado mas que réditos positivos y lo convierte en invencible dentro de la categoría espectáculo. Cuando mas era clave mantener la calma, su rival Mariano Altuna fallo, y Canapino, que aprovecho cada oportunidad, y exhibió una envidiable concentración, logro una magnifica consagración y demostró que aun en la adversidad jamas bajara los brazos.

Quizás lo mas difícil haya sido su año en el Super TC 2000, donde la defensa del titulo con Chevrolet no fue lo esperado. Si bien llego con chances a la definición, fueron escasas y pago el costo de un arranque difícil de año, lo que fue la contracara de Renault y Ardusso, que a diferencia del TC llegaron con mas plafón y pudieron lograr con relativa comodidad el titulo, Queda igual lo destacado de un gran desempeño en Alta Gracia, cerrando el año y ilusionando para un 2018 que lo encuentra consolidado y con un equipo Pro Racing que representa muy bien a la marca del moño.

FACUNDO ARDUSSO llego sin dudas este año al climax de su carrera profesional. Creció deportiva y animicamente, demostrando una gran recuperación ante el golpe que fue perder, casi sin luchar, el titulo del TC, después de un año que lo mostró mas que regular. Quizás la controvertida interna del equipo Renault Torino Team, que buscaba devolver a la marca la gloria perdida, sera un capitulo aparte no menos importante por la polémica acontecida, pero es claro que Rafaela fue un quiebre en todo sentido para el equipo y su relación con Emiliano Spataro, que si bien Ardusso manejo con cierta cautela, no oculto su fastidio, pues si bien con el diario del lunes es mas fácil hablar, esos puntos habrían significado otra historia, sin contar haber alcanzado la victoria antes en el calendario.

La sonrisa del año sin dudas fue el ansiado titulo del Super TC 2000, que además significo el fin de 23 años sin campeonatos para Renault en la categoría. Ardusso manejo en forma impecable, consiguió victorias clave y además se impuso en la interna del equipo, quizás un problema que justamente le costo al rombo certámenes de años anteriores. La marca y Marcelo Ambriogio, responsable de los proyectos deportivos, sumaron los titulos de pilotos y equipos tanto en esta categoría como en el TC 2000 y cerraron un año inolvidable.

En cuanto a Ardusso fue un envión anímico y la confirmación de un gran año. A diferencia de lo sucedido en el TC tuvo todo a su favor y un excelente auto. Un 2017 que empezó siendo revelación en el Dakar, que continuo con la consolidación que lo llevo a victorias clave en el STC 2000, la enorme victoria en la competencia con invitados de la Clase 3 del TN, en la vuelta de la categoría a Bs.As y este cierre con el titulo del Super TC 2000 y el subcampeonato del TC, quizas con no menos amargura pensando que sin el play off habría sido el piloto que mas puntos sumo en el año, pero así es el reglamento deportivo del TC y todos corrieron en igualdad de chances y por 0,25 puntos la gloria fue para Canapino.

En fin son sin dudas los dos grandes nombres del automovilismo nacional en este 2017 que paso y merecían ambos por igual ser destacados.