Más allá del tema Canapino, el trasfondo que deja está decisión y su contexto confirman lo que en este espacio venimos hablando hace rato y repercute en el mas que escarpado camino de recuperación del TC 2000.
Una categoría depende de múltiples factores que garantizan su éxito o su ocaso. Equipos, pilotos, marcas, empresas y sobre todo la respuesta del público y su difusión en medios, algo que en plena era de redes sociales y contenido de calidad se considera un valor clave.
Técnicamente los autos de la categoría mencionada son los más avanzados de la región. No por nada su legado histórico la mostró siempre a la vanguardia y vivió eras doradas de parques imponentes , rivalidades de hombres, equipos y máquinas y el fanatismo que hacia estallar tantos autodromos como el TC lo hacía en los mismos o en un semipermanente.
Los tumultuosos últimos años de la divisional, la llevaron a un callejón sin salida. Los hermanos Levy, con aciertos y errores, iniciaron una transición que sin dudas, tras Rafaela y sobre todo los 200km de BsAs generaba esperanza.
Pero estos últimos días, el simbrozano de la ausencia del Pro Racing, el retiro de Chevrolet y ahora el pase de Canapino a la TC Pickup, que puede iniciar otra sangría de figuras, vuelve a poner en jaque el delicado equilibrio de la divisional ahora administrada por Tango Agencia.
¿Que pasará ahora?¿La continuidad de Toyota ayudará?¿Que harán los demás pilotos que ven cada vez más en la vereda de enfrente mayor repercusión? ¿Hay un operativo coordinado entre redes, ACTC y medios especializados para boicotear a los Levy? ¿Y la CDA? ¿Los SUV? ... El futuro¿?
Todo se reduce, en ausencia de un elemento unificador, a quien ofrezca al burro la zanahoria más deliciosa. Entiéndase lo siguiente no en términos ofensivos sino de marketing.
Tango, los equipos y pilotos que quedan, las empresas y sobre todo el conjunto humano que defiende la categoría, no tiene más remedio que aplicar un shock o una política de transformacion que de vuelta la taba.
Hoy es Canapino, ayer fue Chevrolet, hace un año Rossi y antes fueron Werner, Chapur, Fontana, Ortelli y otros nombres históricos. Marcas, auspiciantes y más, que poco a poco abandonaron un barco que supo ser contenedor de una gran fuerza y hoy no tiene nada que envidiarle al Titanic después de chocar con el iceberg.
La ACTC tiene sobrada experiencia y campo para jugar rápido y sacar rédito. Las camionetas que comenzaron con nada supieron captar la atención de varias figuras e incluso equipos que hace nomás un lustro supieron ser parte del TC 2000. No hablaremos de ese proceso porque esta más que claro, el problema que aún no ha cambiado esa tendencia y para colmo el TCR Sudamerica ahora también capta por el otro lado y con un reglamento que garantiza futuro, una inversión más que redituable y sin depender de la fábrica más que para comprar el auto que luego pone en pista.
Los SUV, que por ahora no pasaron del render, son una promesa potencial que puede salvar el futuro. Sin embargo, son marcas o equipos fuertes para respaldar dicha inversión, resulta hoy una utopía que además no asegura éxito inmediato.
Las TCPickup, no son más que el chasis con jaula que usa el TC, se monta el chasis de la camioneta en cuestión y listo. Aún con un calendario atado al Mouras en parte, garantiza algunas salidas al interior que podrían ser más y claro, con las mismas figuras rutilantes del Turismo Carretera, ¿que puede salir mal?
Hoy el TC 2000 es un nombre que busca recuperar su brillo perdido. A diferencia de marzo de este año, tiene un norte, pero no resulta fácil y en un contexto de crisis económica, inflacion, cambios de estrategia de ventas de las marcas y reducción de inversiones, el sueño se volvió pesadilla. Si a eso se suma un clima enrdecido y una supervivencia del más apto, los Juegos del Hambre se quedan cortos.
No estamos seguros en dónde terminará esto. En principio, en poco más de una semana terminará el campeonato que ya consagró a Leonel Pernia cómo su campeon. Su destino y el destino de la que fue conocida como la más avanzada de Sudamérica se juega en los próximos meses. Esperemos que lo vivido sea solo una noche oscura camino al amanecer y no las imágenes del naufragio.
Hernan Feijoo
HAF
