lunes, 31 de agosto de 2020

#Analisis Entre el deseo y la irresponsabilidad


A partir de la información de las últimas horas, las versiones cruzadas y los trascendidos, podemos afirmar que no tenemos certeza de decir nada. Solo podemos afirmar que es oficial que se está buscando un acuerdo para un consenso amplio sobre la propuesta a tratar. Las autoridades y la categoria daran un anuncio en las próximas horas para anunciar que aun no anunciaron nada...

Como ven, en este primer párrafo no dijimos nada. Esto es lo que pasa con el TC. Según pasan las horas, la carrera pasó de estar plenamente confirmada a estar caída. La pandemia que azota al AMBA, se trasladó al interior del país, y se acumulan los casos en las provincias. Muchas de ellas, como Jujuy o Mendoza, están comprometidas seriamente. Son hechos, no especulaciones.

En este contexto, el automovilismo argentino avanzó a los trompos. Mientras en todo el mundo se consensuaron protocolos y se planificaron pautas, esperando un tiempo prudencial, aquí dio siempre la sensación que todo avanzó espasmódicamente.

La ACTC intentó en las últimas semanas buscar dar impacto. Ratifico con fotos las reuniones con autoridades, consiguio un protocolo aprobado en días (aunque dijo que lo trabajaron durante meses) y decía que estaba preparado para correr este fin de semana. A falta de ello, busco a un ex piloto devenido en Diputado Provincial, para hacer una movida que se hizo eco el automovilismo en su conjunto. En dos semanas confirmó que se corría en dos lugares distintos, y en esos dos lugares les dijeron que NO.

La CDA en cambio participó como espectador. Dio la sensación que espero más que el resto hiciera algo. Que Traverso, Santilli, la Ciudad, la AVV, la Nacion, Alberto, Marcos, la ACTC, la moto, Candela...

En todo esto quedaron en medio equipos, pilotos, periodistas, mecánicos, diversos componentes de la actividad, abrazados a una ilusión. En pocas horas tuvieron dos trompadas. Demasiado para una disciplina que necesita un norte.Un norte que puede o no tener una fecha, pero que merece una discusion mas profunda.

Si cada uno juega por su lado, con protocolos que aparecen de la nada y con fechas que se anuncian, donde de un dia para el otro se enteran que van a tener carrera, esto seguira pasando. Una rápida deducción confirma que Rafaela fue una improvisación en donde la política y el deporte se aliaron, sin tener los engranajes bien aceitados. No es nuestro propósito polemizar aquí sobre quien quería ponerse la cucarda del regreso. Es claro que ahora, en la foto el papelón, no habrá presentes.

Lo que se logro la semana pasada es tener un marco jurídico. Lo que falta son escenarios que garanticen que la situación no se desmadre. En este momento, con circulación comunitaria en 14 provincias, según afirma el gobierno, con capital, el conurbano, Córdoba y Santa Fe, hablando de la zona núcleo, con muchos casos, no era sencillo pensar que en cinco días volvemos a pista.

De hecho, hoy con buena suerte se han autorizado pruebas. Estas dependen de normas que deben ser bien ajustadas. Los protocolos y la responsabilidad asumida no puede tomarse a la ligera. Un error y la burbuja se rompe. Ya tenemos ejemplos cercanos.

Por eso el deseo no debe ser irresponsable. Aquí conviene hacer un mea culpa personal.

Como todos, nos entusiasmamos en estas semanas por bramar la vuelta de la actividad. El recrudecimiento de la enfermedad nos llama a la reflexión. No desconocemos el critico presente de la disciplina, pero queda claro que están pasando cosas que nos invitan a pensar.

Este mundo y nuestro deporte esta viviendo un tiempo sin precedentes. Quizás pensar en esto cuando vemos en todo el mundo el desarrollo de nuestro automovilismo y motociclismo, nos da sincera rabia. También hay que pensar que en muchos de esos lugares, como Europa, se vivieron situaciones que aquí pueden estar a la vuelta de la esquina. Esas situaciones nos llevaron a tomar medidas preventivas, las cuales hacen que hoy, ademas de la consabida inversión sanitaria, palearon la situación. Pero los recursos son finitos, y ahora se empiezan a poner en tensión.

Ni quiero con esto demostrar falta de empatía. Como cualquier ser humano tengo miedo, de muchas cosas y también por el futuro. No se que va pasar, lo que si se, que por ahora habría que esperar un tiempo prudencial. Si bien no creo que haya una voluntad masiva por la mayoría, la realidad nos terminara forzando a ello. 

Sin acuerdos ni consensos, el automovilismo seguira nadando en la mediocridad, con todo el potencial para dar, pero con grietas y celos personales. La CDA no puede seguir esquivando el bulto. Es hora que la entidad RECTORA DEL AUTOMOVILISMO NACIONAL, se ponga los pantalones y junto con las autoridades busquen una hoja de ruta adecuada y no improvisada segun la plaza que se ofrezca. 

Lo que es seguro, que si las situaciones vividas continúan como hasta ahora, una certeza es cierta. El automovilismo argentino NO TIENE FUTURO.




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