FOTO PRENSA SUPER TC 2000.- Rubens Barrichello logro este Domingo su primera competencia final en el Súper TC 2000. Si bien a priori no eran grandes las expectativas, el circuito 6 nos regaló una carrera entretenida, claramente por lo áspera, ya que muchas maniobras fueron al límite y con pocos puntos claros de sobrepaso.
El brasileño hizo todo bien de entrada. Tomando la vanguardia, pudo salir airoso de la primera escaramuza, entre los Honda de Rosso y Moscardini. El primero quedo fuera de la competencia en forma prematura, mientras que el platense logro acomodarse en el lugar de escolta.
En pos de avanzar y sumar en el torneo, Agustín Canapino saco la mejor parte. Con una majestuosa final, el Titán de Arrecifes avanzo desde su 12do lugar, debiendo ser participe directo o testigo de algunas disputas. Sin dudas una de las más sonadas de la final, fue la que tuvieron Julián Santero y Bernardo Llaver. Estos junto a Matías Milla, tuvieron la batalla de la final.
El ex bicampeón argentino de karting, que soporto varios toques de los mencionados anteriormente, se fue retrasando hasta que un encontronazo con Ricardo “caito” Risatti lo elimino de la competencia. Sin embargo, al igual que Llaver, quien saco de la discusión a Rossi, terminaría con la exclusión de los dos mencionados.
Justamente el misil no se bajó nada feliz del auto, acusando a los excluidos de eliminarlo de la competencia. El desgaste hecho por tener que largar retrasado, tras las penalizaciones en clasificación, sumado a lo intenso que fue el avance en la clasificatoria y la final, explican porque el malestar del volante de Del Viso.
El abandono de Milla motivo el ingreso del auto de seguridad, que dejo el relanzamiento en el último giro, donde Canapino pudo aventajar a Moscardini y subirse al segundo escalón del podio. Sumados a los problemas de Ardusso, Pernia (que fue apercibido por un toque con Rossi) y el abandono del todavía puntero del certamen, le permiten capturar importantes puntos para lo que resta del torneo.
Para Barrichello la historia fue otra, sin tener que sufrir el áspero espectáculo vivido en el circuito 6, se anotó un rutilante éxito, su segundo triunfo en Argentina, o el tercero si sumamos la clasificatoria del sábado. Un domingo inolvidable para el minino, que se acomoda entre los mejores 10 del torneo y quizás pueda pegar el despegue que tanto espera en una semana, cuando la categoría retorne al Gálvez, pero para el 7mo asalto del año en el circuito 7, el más veloz del escenario porteño.
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