martes, 11 de agosto de 2020

#Reflexion El futuro del Touring Car

 


Es muy probable, que en un proceso no mayor a cinco años, incluso acelerado por el Coronavirus, el automovilismo de turismos sufra una crisis y cambio irreversible.

La hipótesis no es rebuscada. Si vemos las muestras de este presente, el debate se abre a partir de dos fenómenos, que van por caminos conjuntos y a la vez separados.

La electrificación llegó para quedarse. El puntapié inicial de la Fórmula E, hace ya más de cinco años, marcó el rumbo de lo que hoy es una realidad. Casi todos los campeonatos mundiales van hacia un modelo híbrido o incluso eléctrico. El WRC, el WTCR (o ETCR como se va llamar), el Rallycross (WRX), incluso el Dakar tendrá un desafío en la Extreme E. Son sólo ejemplos de lo que viene.

En contrapartida el concepto TCR se ha vuelto la bestia negra del Touring Car clásico. Con el lanzamiento de la TCR Sudamérica (en adelante nos referiremos a ella como TCRSA), el automovilismo argentino enfrentará un nuevo desafío, frente a la escalada de costos y a las facilidades técnicas que la reglamentación emplea.

Sin ir más lejos este concepto, junto con la idea de un mercado automotriz volcado a las tecnologías limpias, hace que el deporte motor tradicional entre en crisis. El DTM está casi condenado tras el portazo de Audi. El Supercars australiano ha tenido que repensar su reglamento Gen 3, frente al desafío de buscar nuevos fabricantes ante la desaparición de Holden. En nuestro país ese problema podría acentuarse con el Súper TC 2000 o incluso el TN, si la TCRSA triunfa.

A eso hay que sumarle las futuras fusiones automotrices, que reconfiguraron el mapa deportivo. Fiat en la voz de Rizzuto dijo hace horas que la marca no continuara ni en Súper TC 2000 ni en el TN, si bien es cierto que podría volver Peugeot, ya que ambas marcas forman parte de un megagrupo de automotrices que ya iniciaron su fusión.

No por nada otras series de turismo tomaron nota de ello. El BTCC hace más de un mes puso en pista el primer auto con tecnología híbrida. Varias series históricas como el STCC, aunque un tiempo antes, han adoptado el reglamento TCR. De hecho certámenes como la ex VLN, la Super Taikyu japonesa o la TC America (ex Pirelli challenge), tienen ya su categoría TCR.

No pasará mucho tiempo antes que Argentina enfrente ese debate. Si bien aún no hay evidencia de cuanto el cambio técnico que adoptó el Super TC 2000 vaya a tener resultados, sus actuales costos son privativos para todo aquel que apueste fuera de las fábricas. Si bien es distinto y hasta paleable en el caso del Turismo Nacional, la misma categoría ha tomado nota de esto. No seria descabellado ver una Clase 3 a futuro con el Renault Sandero, el Chevrolet Cruze hatchback o el nuevo Peugeot 308. Sin embargo algunos de los nuevos modelos serian del segmento C, lo que hace competencia directa con el TCRSA. 

En este dilema entra el automovilismo de turismos a futuro. Ambos caminos, separados o combinados, son un destino a tomar si no quieren desaparecer.