viernes, 23 de febrero de 2024

#LaMiradaMilesimas #TCenElCalafate NUEVA ERA


NUEVA ERA por Gabriel Solernou 

A lo largo de la rica historia de la categoría más longeva del automovilismo a nivel mundial se sucedieron infinidad de circunstancias y hechos que forjaron el carácter y le permite arribar a este presente, con decisiones para muchos osadas, pero que la capacidad de los dirigentes permitieron llevar a cabo y en este momento convertirse en la organización más fuerte del automovilismo, superando con creces a quien tiene la representación de la Federación Mundial del Automóvil en nuestro país.

Si bien en aquel 1937 cuando nació el TC compitieron varios modelos y marcas de automóviles, con el paso del tiempo y la adaptación de los vehículos, dos marcas sobresalieron del resto por sus posibilidades, las coupe Ford y Chevrolet, a la que más tarde se sumó Dodge. Hasta la década el ’70 se fueron desarrollando y modificando las carrocerías para acondicionarlas a las exigencias de los caminos y mantenerlas competitivas. Pero la evolución en la producción de coches se vio reflejada el 20 de marzo de 1964: la categoría aprobó la solicitud de habilitación de autos compactos.

En ese entonces José Froilán González decide importar un Chevrolet Nova; el auto llegó a la aduana, pero algunos inconvenientes impidieron retirarlo y se colocó en subasta pública; decidido a no perderlo, González envió a su sucio Gabino Puelles con el dinero para adquirir la unidad, por la que hubo una importante puja, pudiéndose imponer el representante del ex piloto internacional.

Por el vehículo se pagaron unos U$S 6.000.- de la época, más anticipo y comisiones; cuando se completaron los trámites, la unidad fue llevada al taller de la calle Cabello, y un rato más tarde los Hermanos Bellavigna estaban trabajando para desarmarlo. Sólo dos autos de este modelo ingresaron al país, uno el Chevitú, el otro una coupe convertible.

Para su debut el 23 de abril de 1964 solo presentaba la incorporación de un amortiguador telescópico por rueda, frenos a disco adelante y a tambor atrás. Jorge Cupeiro fue el elegido para su conducción; la competencia formó parte del campeonato especial en el Autódromo de Buenos Aires, el “Gallego” clasificó penúltimo, ganó la segunda serie en la que marcó la vuelta más rápida y en la final debió abandonar en el tercer giro. ¿Con qué número debutó? El 13.

La primera victoria llegó el 9 de agosto de ese mismo año en la Vuelta de Mar del Plata, reservada para no ganadores; con el tiempo el vehículo fue modificado y pasó, además de los mencionados Hermanos Bellavigna, por las manos de Baufer, Heriberto Pronello y Bernardo Pérez. El Chevrolet 400 Sedan de producción nacional, sobre la base de aquel modelo Nova Coupe, obtuvo una sola victoria en TC, cuando Jorge Cupeiro cruzó triunfal la línea de llegada en la Vuelta de Pergamino de 1970, unidad que tenía desarrollo de José Miguel Herceg en la planta motriz.

Esta incorporación puso en movimiento a varios pilotos a buscar alternativas dentro de las marcas a las que representaban para adaptarse al progreso; de la mano de Rodolfo de Álzaga, Ford fue el primero en presentar la respuesta y vino de la mano del modelo Falcon, cuya presentación fue en la II vuelta de Carlos Casares el 27 de septiembre de 1964, 29° fecha de la temporada, en la cual el porteño finalizó undécimo; estaba inscripto Nasif Estéfano, pero no largó; aunque tardó en llegar, el primer triunfo fue el 24 de abril de 1966 en la Vuelta Pan de Azúcar, en el circuito Onofre Marimón y con la organización del Auto Moto Club Carlos Paz y la Comisión Municipal de Promoción Turística, guiado por De Álzaga; Estéfano terminó octavo.
Más dilatada en el tiempo fue la adaptación de los modelos de Chrysler en la categoría, cuyo modelo Valiant fue presentado en 1961, dando inicio a la fabricación de automóviles por parte de Chrysler – Frevre Argentina S.A.; la empresa radicada en San Justo ya estaba dedicada a la producción de camionetas y camiones, con la marca De Soto y Fargo desde 1959.

El motor Slat Six que equipó al Valiente modelo de la marca fue utilizado desde principios de 1964 por Marcos Ciani, montado sobre una Coupe ’39 pero fue Julio De Tomasi quien presentó el primer auto el 9 de agosto de 1964 la fecha reservada para no ganadores en Mar del Plata. Luis Rubén Di Palma corrió en 1965 con un motor Slat Six en un Coupe Chevrolet; como auto integral, el primer y único triunfo se hizo esperar, fue el 19 de septiembre de 1971, conducido por Carlos Walter Löeffel, cuando el modelo estaban siendo reemplazado en primera instancia por el Dodge Polara 4 puertas, que había sido incorporado a la competición el 8 de noviembre de 1970, en la IV Vuelta de Pergamino, en la que además de Juan Manuel Bordeu, que se bajaba del Valiant, corrieron Oscar Fangio con un auto armado por la Auto Peña Línea 2 y Omar Mura Cuvertino con la mecánica de Albizú.

Precisamente fue en 1970 cuando se modifica el reglamento del TC, permitiendo competir solamente a motores de 3 litros, lo que marcó el fin de la era de los Torino que desde 1967 dominaban, pero cuyo impulsor no se adaptaba técnicamente de la mejor manera a la nueva ordenanza. El 26 de febrero de 1967 se pusieron exitosamente en pista los autos argentinos, en la Vuelta de San Pedro, primera fecha de torneo de ese año.

Durante 1971, el 28 de marzo se produjo la presentación en carrera un Chevy Sedan, vehículo perteneciente a la Comisión de Concesionarios General Motors; fue en el semipermanente Alturas de Punilla, en La Cumbre, Córdoba, al comando de Mauricio García, oportunidad en la que no clasificó en la serie, y no pudo largar la final. El primer triunfo fue el 18 de abril de 1971 en la Vuelta de Salta; poco demoraron en incorporar a la categoría al modelo deportivo, la Coupé Chevy, que fue confiada a Carlos Marincovich el 9 de abrilde 1972, siendo el propio arrecifeño quien le diera el primer triunfo al producto de la marca del moño tres meses más tarde, en la Vuelta de Chacabuco, circuito de Pergamino.

Esta breve reseña de la evolución del TC hacia los modelos compactos, que demoró aproximadamente ocho años, cuya matriz estética marcó las últimas 5 décadas de la categoría, irá modificándose y dando paso a una actualización que para algunos debió darse hace tiempo, y para otros realizarse de la misma manera en que trabajaron con el Torino, única marca que no tiene un modelo en fabricación actualmente. 

viernes, 16 de febrero de 2024

#F1 Autos con historia HOY PRESENTAMOS LA BALLENA: EIFFELAND TIPO 21


La década del ’70 fue prolífica en la presentación de equipos y diseños novedosos y extravagantes, algunos de los cuales lograron competir en la Fórmula 1 y otros no pasaron de prototipos, ni siquiera superaron la mesa de diseño.

Por ese entonces quien tuviera los fondos suficientes para adquirir un chasis y contar con la estructura suficiente podía lanzarse a la aventura.

El fabricante alemán de casas rodantes y apasionado por el deporte motor, Günter Hennerici, a través de su empresa Eifelland (nombre elegido en honor a las montañas Eifel, cerca de Nürburg, lugar de nacimiento del empresario) se acercó al automovilismo, en primera instancia patrocinando a equipos de Fórmula 2 y 3 desde finales de los ’60, para luego recalar en la máxima categoría cuando apoyó a Rolf Stommelen en Brabham y Surtees.

Günter no estaba solo en esta pasión, su hermano mellizo Heinz, que había sido comandante de tanques en la II Guerra Mundial y perdido un brazo en el conflicto bélico, a pesar de su discapacidad comenzó a competir en automóviles de turismo de manera bastante exitosa, además de participar en ediciones de las 24 Horas de Nürburgring; la presencia de Günter en el ambiente deportivo le permitió conocer a quien más tarde sería su esposa, Hannalore Werner, una de las pocas mujeres que participaban en Fórmula 2 y vehículos deportivos.
A principios del decenio siguiente Hennerici decidió dar un paso más y fundar su propia escudería en la Fórmula 1, entusiasmado por Stommelen que por aquel entonces también soñaba con crear su propio equipo.

Varios de los que tenía intenciones de formar parte de las grillas de la Fórmula 1 recurrían al fabricante de chasis March, empresa que disponía de la estructura y capacidad para proveer del equipamiento necesario a otros equipos, además de tener su propia estructura oficial; a ellos recurrió Günter y compró un March 721.

Ahí no terminaba la cosa, ahora los hermanos Hennerici necesitaban un diseñador y recurrieron a uno bastante excéntrico, el alemán Lutz “Luigi” Colani, que nacido en 1928, había estudiado aerodinámica en la Sorbona, en los años ’50 fue contratado por Mc Donnell Douglas para trabajar en su departamento de nuevos materiales; Luigi mostró interés por el mundo de la competición, ambiente en la que plasmó en sus diseños las formas redondeadas, aplicando la filosofía de la biodinamia ;luego de su paso por la industria aeronáutica, fue contratado por Simca; desarrolló el Colani GT del que se vendieron 1700 unidades, sobre la base de un VW Escarabajo y se trató del primer Kit Car fabricado en serie, a nivel mundial, con singular éxito en carreras de larga distancia, lo que le abrió las puertas de Fiat, Alfa Romeo, Lancia, VW y BMW; para esta última empresa diseñó el modelo 700, considerado el primer vehículo monocasco del mundo; este diseñador industrial estrella, que en aquel momento tenía un estudio donde realizó buena parte de su producción en el castillo de Harkotten , Münsterland, Westfalia proyectando muebles, electrodomésticos, ropa bolígrafos, computadoras y un piano para Schimmel. 

Del tablero de diseño de Colani nació el Eifelland 21, que visualmente tenía dos características principales, un retrovisor central, montado en un soporte sobre la toma dinámica central, delante del habitáculo, el aire se canalizaba a ambos lados del piloto para llegar al motor. Las formas redondeadas provocaron que rápidamente fuera bautizado como “La Ballena”.

Sus escasas prestaciones provocaron que el modelo evolucionara rápidamente, el sobrecalentamiento, la carga dinámica y la confiabilidad obligaron que Colani a regañadientes replanteara algunos conceptos; el diseñador pensaba en el arte y poco en la eficiencia. A pesar de su prestigio Luigi fue destratado en el paddock y centro de miradas y sonrisas burlonas. Fue su primer y único proyecto en Fórmula 1; incomprendido por el ambiente, siempre consideró que estaba veinte años adelantado; continuó desarrollando su genio creador, entre sus éxitos figuran la cámara fotográfica Canon T90, y recibió infinidad de reconocimientos hasta su muerte en 2019.

El vehículo se presentó en 8 grandes premios, conducido por Rolf Stommelen, y sus mejores actuaciones fueron en Monaco y Gran Bretaña con sendos 10° puestos. 
Para la temporada 1973 Hennirici le encargó a Len Terry, ex empleado de Lotus, diseñar el nuevo Eifelland, pero nunca vio la luz, ya que semanas después del Gran Premio de Alemania se concretaba la venta de la empresa y los que adquirieron la firma no estaban interesados en afrontar los costos de mantener el equipo.

Los hermanos Hennerici contribuyeron a la creación del Automóvil Club Mayen; el nieto de Heinz, Marc Henericci ganó el Trofeo de Independientes del Campeonato Mundial de Turismos en 2005.

Actualmente el Eifelland Type 21 es presentado en exhibiciones, con la carrocería original de Colani y es propiedad de Dave Shaw y Liaz Jakhara.

Gabriel Solernou 
Milésimas