sábado, 25 de noviembre de 2023

#Análisis La Ley de la Selva en el automovilismo argentino

La dinámica actual del país y de nuestro automovilismo es nociva para el TC2000. A pesar de encarar una renovación que de a poco muestra resultados, en un contexto económico adverso, y con equipos y pilotos que hacen malabares para resolver si continuidad.

Largamente hemos hablado en esta tribuna de cuestiones que enumeraremos brevemente más abajo pero que son verdades comprobables, o al menos desde nuestro punto de vista.
- En la última década, la ACTC logró un fabuloso crecimiento económico, político y deportivo, que le permite eclipsar los espacios que otras divisionales como el TC2000 ocuparon.
- Pese a su calendario casi afincado en el Mouras y aún casi sin equipos oficiales, la TC Pick Up ha arrebatado una decena de protagonistas que en otra época y con sueldos y sponsors de importancia supieron ser parte del TC2000.
- A pesar de los esfuerzos y previsiones, Tango Agencia no es capaz de retener figuras de primer nivel en sus categorías y si a eso se suma los jóvenes valores que emigran a la escalera de Bogota 166, el panorama es más complejo.
- La industria automotriz esta en permanente evolución y los fabricantes prefieren "terciarizar" o apostar por un modelo "customer" en donde un agente oficial desarrolle en su nombre su área deportiva. Estos casos son palpables en el TCR y GT3 por ejemplo.
- En Argentina, fruto de las crisis cíclicas y la falta de previsión de los presupuestos, sumada a que están atadas en muchos casos a la política de su casa matriz, se ven limitados o directamente pasan de un proyecto en el motorsport local, prefiriendo otras disciplinas donde si bien su producto cumple un rol comercial, la estrategia de marketing es menos expuesta, ej. Fútbol, Basquet, Tenis, Rugby, etc.
- Además exploran otros ámbitos o nuevas audiencias que puedan indetificar el producto con el espíritu del evento o producto que deciden ver. Casos como Lolapalozza o la película Barbie dan fe de eso.
- En detrimento de estos últimos puntos, los equipos actuales dependen mucho del sponsor fuerte o un paquete que les permita contratar a un piloto "de pago" en el mejor de los casos o dos si hay bonanza. De no ser así dependen de los auspicios o el amor al arte del volante promedio. Dicho esto los casos de Ardusso y Santero se explican por si solos.

Tras esta extensa numeracion de hechos, es menester dejar en claro que en esta supervivencia del más apto, la categoría más tecnológica de Sudamérica lleva las de perder. Los presupuestos son abultados y sin el apoyo económico de un fabricante o patrocinador, que en muchos casos lógicamente querra una figura que le garantiza éxito a su marca, no arriesgara demasiado.

Si a eso le sumamos un 2024 que avisora económicamente y socialmente difícil, el panorama es desolador.

El SUV no es una mala apuesta, pero requiere desarrollo y compromiso de los equipos. Sin embargo a la fecha de esta publicación, se sigue en reuniones y probando el primer prototipo concebido. Salvo el Pro Racing y el RV, los demás equipos no tienen aun un chasis para armar y mucho no pueden avanzar mientras el Reglamento sigue sin definir. Y ni hablar de la dinámica de los presupuestos con la inflación que nso aqueja.

Son demasiados penales para atajar. Para colmo en la vereda de enfrente no la hacen fácil, ni tampoco tendrían porque hacerlo.

Mal que pese, esto no deja de ser una relación entre privados y al mejor postor. Los pilotos, en lógica de sus logros, buscan vivir de su actividad y en lo posible solo llegar al autódromo con buzo y casco solamente. Si vos llámese Toyota o RV no podes pagarme lo que quiero, quizás el RUS Med y el LCA si pueden. Y demás esta saber que el planeta ACTC hoy paga bien.

Uno puede patalear y tachar de pesetero, pero siempre fue así. El TC2000 en su mejor hora jugo ese partido y con un deporte motor más acotado que hoy. Y aunque se sacara a las Pick Up o a la mencionada categoría de la superposición que habitan, el problema estará igual. Es el Poderoso Caballero Don Dinero y su escudero Sancho Auspicio.

¿Hay esperanza? Si, pero esto dependerá del esmero de los componentes de toda la divisional y claro esta de la apuesta a nuevos talentos que vean un futuro y no emigren ni bien encuentren una barrera. 

Mientras tanto y así como van las cosas, esta será la ley de la selva del deporte motor nacional.