martes, 26 de marzo de 2019

#Opinion defender mi ideologia, buena, mala pero mia

FOTO PRENSA APAT TURISMO NACIONAL
El automovilismo argentino viene necesitando de bocaanadas de aire fresco. El Turismo Nacional mantiene fidelidad a su receta, lo que se traduce en buenas competencias, campeonatos parejos y donde la habilidad y criterio de posibilidad del piloto cuenta, aunque parezca mentira.

Ya sabemos que uno de los grandes deficits del automovilismo vernáculo ha sido la calidad de los espectáculos deportivos. La modernidad ha sido enemiga de nuestro deporte motor. Autodromos sofisticados, pero con circuitos que dejan poco a la imaginación, autos que muchas veces no respetan su esencia o incluso corren con un monomotor que no es el de fabrica, dirigentes aferrados a la palabra autorevelada, que no  entienden otra verdad que la suya...

En ese universo aparece el Turismo Nacional. Con una historia tan antigua como el TC, fue una de las tantas derivaciones que tuvo el deporte motor en la revolucionaria decada de los 60. Aun asi y a mas de cincuenta años de nacer bajo el acrononimo de Turismo Anexo "J", el TN no traiciono sus convicciones y mantiene una receta que le es redituable.

Por eso aun en escenarios poco atractivos para las maniobras como Concepción del Uruguay, el Turismo Nacional puede mantener su calidad de espectáculos. Eso no puede hacerlo hoy un TC, que depende de prototipos que incluso ahora Traverso tacho de demode, un Super TC 2000 que se reinventa para dejar de ver en sepia sus paginas doradas, y un TC Pick Up que no paso un año y ya traiciono su filosofia exitosa.

Ambas clases, tanto la 2 como la 3, exhiben lo mejor de la industria automotriz en sus modelos, donde las marcas tienen un representativo y así lo entienden. Toyota, Honda y Fiat de hecho apoyan de lleno proyectos en la division mayor, así como en su momento lo hicieron Renault, Citroen o Peugeot, directa o indirectamente.

La division menor presenta carreras que cortan la respiración. Lo visto en Toay hace pocos días, con tres autos peleando en la succión, Lepphaille, Franetovich y Posco intercambiaron la punta y hasta desde atrás se sumaban Ciaurro, Herrera y Iansa entre otros. Fue shapo completo, maniobras que mantuvieron al borde del sillón al espectador.

Ni hablar la Clase 3, donde la variedad no impide que los hatback le den batalla a los modelos que también pueden verse en el Super TC 2000. Teti mostró de lo que puede ser capaz la nueva generación del Cruze, los Focus se mantienen vigentes y tanto el Corolla como el Tipo dejan bien parados a Toyota y Fiat respectivamente o lo hecho por Pernia que recupera a VW para su primer nivel en la clase mayor. Asi es el Turismo Nacional, donde todo se transforma, pero nada, absolutamente nada se pierde.

De hecho el TN no precisa recurrir a recetas raras. Aunque perdió en parque automotor gano con las dos series que al tener mas autos involucrados se puede ver mas espectáculo. Ver a Domenech ganar por nada la serie ante Pernia o a Urcera casi en la linea logrando el podio fueron del paladar del espectador que disfruto del automovilismo que le gusta a la gente.

No cabe dudas, la mejor categoría que brinda espectáculo es el Turismo Nacional y aun con sus bemoles como la controvertida clasificacion de la Clase 3, con el papelon del grupo B, y quizas a mi juicio desaconsejar la alianza con la ACTC, que puede contaminar su escencia, la divisional donde tu auto tambien corre sigue su exito sin precedentes y gana dia a dia en adeptos.

POR LO MENOS ASI LO VEO YO
Hernan Feijoo

No hay comentarios.:

Publicar un comentario