lunes, 29 de julio de 2019

#Opinion ¿Debe retirarse Guillermo Ortelli?

FOTO DIARIO UNO
Siete campeonatos, 375 carreras, 169 récords de vuelta, 101 podios, 32 triunfos en finales, 92 victorias en series y 32 pole positions. Guillermo Ortelli ha conseguido, en su campaña deportiva, números más que envidiables que lo colocan al frente de las mejores estadísticas en actividad de la historia del Turismo Carretera.

No es la primera crisis que atraviesa su campaña deportiva, pero es claro que ha sido hasta ahora la más dura. Más de cincuenta carreras sin ganar, un auto que tuvo que cambiar por poco confiable, un equipo que no parece estar a la altura de las circunstancias y las dudas en torno al rendimiento del impulsor que entrega su motorista, combinan un poker que al de Salto no lo deja bien parado.

La remontada de Concordia nos demuestra a ciencia cierta que a Ortelli todavía le queda motivación, pero ¿se podría sostener mucho más esta situación? ¿irse al Dole Racing, donde ya estuvo en 2013, solucionara algo? ¿necesita exclusividad o se siente presionado porque Urcera está mejor que el?

Con 46 años, y en tiempos de alta preparación y profesionalismo, el más campeón en actividad entró en una categoría que sin dudas todo aquel que ostenta sus marcas merece, la de veterano. No tiene nada de malo en ello, sino que demuestra su experiencia. De hecho es al dia de hoy, el único piloto en actividad que largo la última carrera en ruta en Santa Teresita, privilegio que compartirá si el Guri Martinez rompe su retiro en Paraná, ya que volvió a abrir la puerta para una “despedida” en su provincia natal.

¿Serán las últimas imágenes de Ortelli en el Automovilismo? ¿Necesita probar algo a esta altura del partido? Una vez dijo que no le quitaba el sueño alcanzar la marca de nueve campeonatos de Juan Galvez. Difícilmente, y en los tiempos actuales del Turismo Carretera, más tirado a la mediocridad que al talento, pueda otro piloto alcanzar sus logros. Agustín Canapino, al que “el guille” considero en una nota en la transmisión oficial este fin de semana fue una sugerencia, pero hasta el Titan es consciente que son casi imposibles de igualar.

Juan Maria Traverso, quien no necesita presentación, dijo hace algunos años en Sin Cassette, el programa de Pablo González en TyC Sports, “porque te tenes que retirar en el mejor momento”, en alusión a su decisión de abandonar el automovilismo. El flaco se bajó repentinamente en 2005, cuando ya tenía proyectos para seguir. Quizás no sentía que su auto andaba, quizás pensó en todo lo que logró en más de 35 años de carrera, quien sabe, cuando el máximo ídolo de los últimos años del deporte motor nacional puso primera con su Jaguar y se fue del escenario del sudeste bonaerense sin pensar nadie que 48hs después anunció su retirada.

También es cierto que hace unos días logró volver a subirse a un podio en el TC Pick Up, pero tampoco en aquel torneo tiene grandes expectativas. Está por ahora en el play off dentro del TC, pero se lo ve derrotado, necesita volver a confiar en él, si es un problema de confianza o quizás el aire fresco de un nuevo proyecto lo ayude. No hay actualmente muchas estructuras que le puedan ofrecer lo que busca, por lo que la salida hacia el equipo de la familia Jakos parece cantada.

Hace un tiempo atrás me toco escribir como trabajo práctico en el Instituto Superior Cronica, una columna sobre su primer título en 1998. Pensaba en las circunstancias de aquel entonces, tras un difícil 1997, en plena era Traverso, Ortelli desafió al mismísimo Rallamense por todo lo alto y a nombres del calibre de Fabián Acuña y Emilio Satriano. Dos de los tres mencionados sólo corrieron un tiempo más en el TC tras el título de Ortelli, convencidos que su proceso había terminado. Agustín Canapino se llevó los últimos dos campeonatos, peleando con generacionales como Facundo Ardusso, Matias Rossi y Jonathan Castellano entre otros. En los mismos, poco pudo hacer el protagonista de nuestra historia. En medio pasaron poco más de dos décadas, en donde Ortelli logró sus máximos méritos y las cifras que abren esta columna.

Todo pasa. Su nombre y idolatría no quedaran en discusión, el bronce lo tiene más que ganado, pero todo debe tener una capitulación, aunque duela y aunque seguramente aún quede mucho para dar. Alguien de su estirpe merece respeto, y no el hecho de cada fecha, remar con una pila triple A en Dulce de Leche Repostero.

Esa dignidad la da el RETIRO, quizás la etapa que tarde o temprano tendrá que transitar.

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