miércoles, 28 de agosto de 2019

#TopRace Si ves el futuro, dile que no venga

Juan José Castelli fue considerado el gran orador de la Revolucion de Mayo. Rebelde al igual que Mariano Moreno, fue promotor de ideas demasiado avanzadas para el momento embrionario de nuestra patria allá por 1810, y pagó un precio muy alto en su carrera política y también con su vida. Un cáncer de Lengua se lo llevó un 12 de Octubre de 1812. La frase, que fueron sus últimas palabras nos sirven para iniciar esta columna.

Así como en nuestro país son horas de incertidumbre, nuevamente lo son en el Top Race, categoría que siempre desafio los convencionalismos del automovilismo argentino y vivo su ascenso y ahora, y parece que esta vez si, su irremediable caída.

Hace años que la categoría parece un paciente crónico. Después de llegar a crecer y hasta hacerle sombra al mismo TC allá por 2008 y 2009 dentro de la ACTC que la vio nacer. Sin embargo, su salida de la entidad madre y el cambio de pantalla en 2010, fueron el puntal de una caída que ni siquiera se detuvo en 2012 cuando retornó al 13. Encima el advenimiento del Automovilismo Para Todos, y su dinero fueron alejando auspiciantes, pilotos y sobre todo público.

El Top Race pagó el precio de no tener apoyos y perder figuras. Para colmo su mecenas y el hombre que manejaba sus destinos desde 2003, Alejandro Urtubey, acumulaba problemas económicos e incluso judiciales.

A si y todo, tras el interinato de Miguel Angel Guerra y Javier Azar, pareció redirigir el barco, pero nuevamente la divisional tomó curso de colisión. Polémicas, juicios, deudas y otras historias de aquí y allá fueron surgiendo. A su vez peleas internas y malos manejos revivieron los fantasmas.

Los fue superando y debió cambiar su sistema original de contratación indirecta de pilotos, por apoyo individual a algunos casos. Pero ya nada fue igual. Los equipos tomaron el control en los hechos, pero Urtubey siguio en los papeles.

Ahora la CDA fue da una estocada más, a un paciente de eterna terapia intensiva, que ocasionalmente pasa a sala intermedia o por momentos a sala común, pero no hay un alta definitiva en el horizonte del Top Race.

Ojalá se pueda correr en Olavarria, pero se necesitan muchas cosas más que pagar una deuda para la fiscalizadora. Engrosar el parque automotor, estudiar si sigue teniendo sentido tener tres divisiones nacionales, o unificar todo en una.

¿Apostar a una categoría Endurance o en todo caso la receta que de hecho le dio éxitos recientes en Río Cuarto y Salta con los formatos de dos carreras?

Esta pregunta y seguramente otras más quedarán pase lo que pase este fin de semana. Dependerá más que nunca de los equipos si la categoría puede salir airosa de lo que queda del año o ya pensamos en darle la extremaunción.

Por el bien de todos los que laburan en ella me inclino por la primera. El automovilismo Argentino y sobre todo el Top Race necesitan que una vez más el fénix resurga de sus cenizas.

Si ves ese futuro, por favor, decile que no venga.

Hernan Feijoo

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